A todas las mujeres nos cuesta hablar de nuestros genitales, de los que se conocen como genitales externos: vulva y vagina que tan de cabeza nos traen a veces, y que sin embargo no nos atrevemos a comentarlo. Así que sigue leyendo, porque voy a tratar de aclarar muchos mitos y romper algunos tabúes con los que seguro más de una vez te has sentido identificada.

Iniciar por llamar a las cosas por su nombre. Sustituir los términos de “salud íntima” o “higiene íntima” por los de “salud genital” o “higiene genital o vulvo-vaginal” puede parecernos extraño, pero realmente es de los que os vengo a hablar hoy: de nuestra salud e higiene genital.

 

Anatomía y fisiología de la zona intima

El estado natural de la vulva y la vagina han de estar siempre húmedas. La vagina  contiene glándulas que secretan fluidos que hacen que permanezca los genitales húmedos y, por tanto    sanos. En la consulta no paro de ver a mujeres de todas las edades que asocian limpieza a eliminar esa humedad que es completamente fisiológica y positiva.

 

¿Por qué la sensación de limpieza se asociamos a estar secas?

Esta connotación es un error como si el notarse húmeda tuviera algo negativo. una vagina sana produce una serie de fluidos (que llamamos flujo vaginal) como todas las glándulas que tenemos en nuestro cuerpo. No hay que mantener la tarea en mantenerla seca a toda costa, creedme. El notarse “húmedas” es un signo de que las hormonas están funcionando correctamente.

En etapa de fertilidad las mujeres están regidas por unas hormonas llamadas estrógenos, que son las responsables de la producción de esta secreción o flujo vaginal. Ciertamente en situaciones en las cuales estos estrógenos reducen de forma fisiológica, como pueden ser la toma de anticonceptivos orales, la lactancia o la menopausia, es cuando nuestra secreción de flujo vaginal disminuye y nos notamos incómodas. Existen otras situaciones que se asocian a mayor sequedad vaginal como el consumo de tabaco, una mala alimentación, un exceso de higiene o el estrés.

 

¿Y por qué nos preocupa tanto el OLOR?

Desafortunadamente las redes sociales y videos virales han nos han hecho creer que nuestros genitales deben oler a flores, impulsando ciertos productos creados como perfume para que los genitales “huelan bien”, otras “gurús” incluso nos aconsejan baños de vapor para esta zona…  lo cuál es un completo error.

Recordar que cada mujer tiene su propio olor y no nos debe avergonzar ni debemos buscar ocultarlo. Gran cantidad de mujeres en el mundo consultan al cuerpo médico quejándose de un olor y la mayoría de las veces es fisiológico. El olor de nuestro flujo es debido a un conjunto de bacterias buenas llamadas lactobacilos, que protegen de infecciones y mantienen un pH ácido debido a la producción de ácido láctico.

 

¿Qué hay con la Depilación?

Hay que recordar que la anatomía de la vulva es la que es y tiene su razón de ser. Los labios mayores son los que protegen a los labios menores y a la apertura vaginal. El vello de estos labios externos los hace más resistentes, de tal manera que la depilación completa causa a veces una mayor irritación por una mayor sensibilidad de la piel. Por otra parte, el vello también nos ayuda a “airear” la zona, en contra de lo que nosotras pensamos. No sudamos más por tener vello, al contrario: el vello ayuda a que la vulva transpire y por tanto a regular la temperatura.

No obstante, hay mujeres que buscan algo más estético y optan por la depilación. Sólo que no hay que confundir un tema puramente estético con el higiénico.

 

Tips de higiene genital a tener en cuenta:

Lávate una vez al día a ser posible sólo con agua. Presta más atención a la zona de los pliegues (entre los labios externos e internos).

Límpiate de adelante hacia atrás (del clítoris hacia el ano). De lo contrario, podrías arrastrar microrganismos de la zona anal a un lugar donde no serán bienvenidos.

NO utilices toallitas húmedas, ni desodorantes ni perfumes (por mucho que las famosas te lo aconsejen)

NO utilices duchas vaginales. Nuestra vagina tiene su propio sistema de “autolavado” (se lava ella solita). Cualquier higiene extra puede cargarse nuestra barrera de defensa que son los lactobacilos que os he mencionado previamente (conforman el microbiota vaginal).

EVITA los protectores diarios (“salva slip”). Son uno de nuestros máximos enemigos.

Procura utilizar ropa interior de algodón. Los materiales sintéticos, al igual que el salva slip, no dejan transpirar a nuestras vulvas, ¡ojo con eso también!

Sin embargo, hay ciertas situaciones que si pueden requerir una higiene con productos específicos tales como:

  • INFECCIONES: en este caso también el uso de jabones específicos puede ayudar.
  • HERIDAS: en el caso de la episiotomía o un desgarro tras el parto, también puede ser útil el uso de determinados jabones específicos que ayudarán a su cicatrización.
  • SEQUEDAD: por ejemplo, en la menopausia a veces se aconseja jabones específicos que nos pueden ayudar aportando un extra de hidratación.

Publicado por Mujeres al Día, agencia de noticias e información.

 

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