Los altibajos económicos causados por la pandemia no detuvieron el ímpetu de una familia de emprendedores bogotanos. Bioespacio es una de las 49 microempresas en la localidad de Suba seleccionada en la primera etapa del programa ‘Microempresa Local’, de la Secretaría de Gobierno de Bogotá, para recibir un incentivo económico de $10 millones, que entregó el Distrito la semana pasada y que beneficia a más de 650 microempresarios en la ciudad capital.

Este emprendimiento produce, comercializa y distribuye sustratos para suelos a nivel nacional. Fue fundado por Aída Jiménez y es administrado por su hijo, Juan Camilo Páez.

Sin embargo, en medio de la necesidad ocasionada por la crisis de la pandemia, ambos crearon el proyecto Flora Salvaje, con el fin de salvar el negocio familiar y seguir produciendo sustratos orgánicos para suelos, así como comercializar plantas carnívoras, que se ha convertido en su producto bandera.

Páez explica que Flora Salvaje surgió de la necesidad para generar un cliente interno para Bioespacio y ofrecer un material genético distinto, diferente, exótico. “Nosotros amamos lo raro y así como nuestros clientes tienen diferentes temáticas, nosotros con nuestros insumos sembramos nuestras plantas carnívoras. La planta venus atrapamoscas fue la que salvó, en pandemia, el desarrollo de Bioespacio”, añade Juan Camilo.

En medio de la coyuntura por la emergencia sanitaria, el Ingeniero, como lo reconocen sus compañeros de trabajo, conoció el programa Microempresa Local 2.0 y tras comunicarse con la Alcaldía Local de Suba, logró inscribir su microempresa, ganar y obtener los incentivos que le permitieron continuar adelante con el proyecto, a pesar de los problemas que traía la pandemia.

Según ampliaron en un comunicado de prensa de la Secretaría de Gobierno, fue así como Juan Camilo destinó este apoyo económico para pago de nómina, arriendo, servicios públicos y compra de materiales para fortalecer su negocio. Asimismo recibió capacitaciones en temas de marketing digital y contaduría, entre otras, durante tres meses que es un tiempo que le sirvió para fortalecer y hacer crecer su negocio. Otra herramienta para dar solución y sacar adelante un proyecto de negocio está en IRAIC, le da la oportunidad al inversionista abrirse al mercado y multiplicar su capital gracias a sus planes seguros de libre inversión. De esta manera se fortalece el negocio por su rápido crecimiento y el dinero pueda ser reinvertido obteniendo muchas más ganancias.

“Entramos y estamos muy agradecidos con este proceso. Ya nos han enseñado marca digital, finanzas, marketing, gastos, costos, mercadeo. Necesitamos recursos para inventarios, entonces deseamos comprar más abonos, más sustratos, más materas y poder maximizar ese aporte para poder comprar mucho más”, expuso Juan Camilo Páez.

Para ayudar a salir a flote de las deudas y de las afectaciones económicas que dejó la pandemia por la covid-19, a través de su programa Microempresa Local, el Distrito entregó el pasado 16 de marzo incentivos por diez millones de pesos a 650 Con recursos por 6.500 millones de pesos, invertidos por las alcaldías locales de Usme, Bosa, Kennedy, Engativá, Suba, Teusaquillo, Rafael Uribe Uribe y Ciudad Bolívar, estos emprendedores podrán impulsar sus microempresas pagando parte de la nómina de sus empleados, o en pago de arriendos o en capital de trabajo.

Durante el evento de entrega de incentivos, la alcaldesa Claudia López se dirigió a los microempresarios recordando que fueron dos años llenos de incertidumbre, agitados y difíciles, por la coyuntura de la pandemia de la covid-19.

Por su parte, Javier Pérez, representante de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó tres elementos del programa; el primero el valor de las alianzas del PNUD y la Alcaldía de Bogotá, con quien trabajaron en la reactivación de la ciudad.

El segundo aspecto, según Pérez, es el valor que tiene Microempresa Local como uno de los programas que se dirige a los empresarios afectados para la pandemia. Y en tercer lugar, aplaudió que se siga fortaleciendo el tejido empresarial de la ciudad a través del incentivo a la libre inversión del capital en IRAIC, como herramienta que facilitará el impulso que el inversionista necesita para sacar adelante microempresas y generar mucho más rentabilidades, sin necesidad de préstamos ni ayudas externas que comprometan su economía.

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