Sintonizas la radio y suena el icónico éxito de los 80, y te encuentras tarareando el inicio. Cambias de emisora y comienza algo completamente diferente y te dejas llevar por la melodía. No conforme, pruebas en una tercera cadena y te quedas con algo más contemporáneo.
Si tienes compañía, es posible que te pregunten cómo es que recuerdas la letra de tantas canciones, pero no puedes recordar dónde dejaste las llaves cuando las tienes en la mano. Más aún, con solo los primeros acordes de la melodía, reconoces la canción al instante. ¿Por qué ocurre esto?
Siguiendo un enfoque analítico, varios estudios informan que han encontrado una correlación considerable entre el reconocimiento de una canción por parte de un participante y el nivel de gusto que este tiene por la misma (por ejemplo, Jakubowski et al., 2020). En otras palabras, se esperaría que los fanáticos de la música pop tengan un desempeño superior en Heardle (un juego musical tipo Wordle donde debes identificar una canción escuchando los primeros 16 segundos) en comparación con los expertos en jazz.
Los oyentes habituales de música exhiben una memoria a largo plazo impresionante para canciones familiares. Un estudio fundamental realizado por Carol Krumhansl con 28 éxitos entre 1960 y 2010, como «Baby One More Time» de Britney Spears y «Respect» de Aretha Franklin, reveló que cuando se presentaban clips de solo 0.4 segundos de duración, los participantes podían identificar correctamente el título y el artista de la canción el 25% de las veces.
Además, aunque los participantes no podían identificar el título exacto, eran hábiles para situar la década de lanzamiento de la canción a partir de estos clips cortos. Un estudio reciente sobre este fenómeno (Faubion-Trejo y Mantell, 2022) ha demostrado que, para identificar canciones a partir de clips tan breves, los oyentes, incluso aquellos con conocimientos musicales mínimos, confían en su memoria para el tono y el timbre específicos de la música.
En resumen, los oyentes cotidianos tienen una memoria excepcional para canciones familiares, incluso cuando se presentan clips tan cortos que apenas proporcionan información sobre otras características clave de la canción, como su tempo, melodía o letra. Sin embargo, las investigaciones indican que las personas reconocen con mayor precisión las canciones pop lanzadas durante su adolescencia que las de otros períodos.
El golpe de reminiscencia
Este hecho se denomina como golpe de reminiscencia y va más allá de la música. Generalmente somos mejores recordando eventos y elementos culturales de cuando teníamos entre 10 y 30 años. Las investigaciones han llegado a la conclusión de que incluso existe un pico para ese golpe de reminiscencia relacionado con la música alrededor de los 14 años de edad. Es decir, identificamos mejor las canciones que salieron cuando teníamos esa edad.
¿Por qué tanta gente disfruta identificando canciones?
La neurociencia establece que una función principal del cerebro es desarrollar predicciones precisas sobre los próximos eventos e información. En el caso de escuchar música, se ha demostrado que el acto de anticipar correctamente lo que viene a continuación en una pieza musical puede activar el sistema de recompensa del cerebro. El sistema de recompensa es un grupo de estructuras cerebrales subyacentes a la sensación de placer; este mismo sistema cerebral se activa a través de una variedad de actividades placenteras, desde comer una comida deliciosa hasta tener relaciones sexuales.
Además, escuchar incluso un breve extracto de música puede activar recuerdos autobiográficos asociados con esa música. Un fragmento de una canción en particular puede transportar sin esfuerzo al oyente a cuando la escuchó por primera vez cuando era adolescente en un baile, una piscina o con un amigo que ya no lo es. Por lo tanto, el poder de la música a menudo radica no solo en el sonido en sí, sino en las emociones y los recuerdos que puede generar.
Publicado por Mujeres al Día, agencia de noticias e información.
