A medida que vamos sumando años, la piel va perdiendo su elasticidad y firmeza. Una alimentación equilibrada y unos hábitos de vida saludables pueden ayudar a retrasar el envejecimiento celular. Pero cuidar tu piel como se merece también es esencial para que luzca más joven. Y es que en cada etapa de nuestra vida, la dermis tiene unas necesidades concretas que no debes pasar por alto.
Cómo cuidar la piel según tu edad





Lo que no debes olvidar a cualquier edad: Nuestro cutis va cambiando con el tiempo y existen tratamientos idóneos para cada edad. Pero, al margen de los años, es clave no olvidar:
- Mantener una correcta higiene diaria. Desmaquillar y/o limpiar cada día nuestro rostro es esencial. Así como la exfoliación semanal, que elimina las células muertas y activa la renovación celular.
- Hidratar la piel por dentro. El agua es esencial para mantener la piel siempre elástica y luminosa.
- Usar protección solar. El sol envejece. Protege tu rostro y las manos como mínimo con un FPS 15.
- Luchar contra el estrés. Te perjudica porque provoca vaivenes hormonales que atacan la estabilidad y las defensas de la epidermis.
- Dormir lo suficiente. Tu piel trabaja cuando duermes, por eso el descanso es esencial para que se autorrepare de las agresiones diurnas. Duerme al menos 7 horas.
Los 35, el momento de empezar a cuidarse: A esta edad la microcirculación cutánea empeora y, si no se le presta atención, la piel se vuelve más apagada y pueden aparecer también los primeros signos de cansancio, como bolsas y ojeras, y las primeras líneas de expresión en el contorno de los ojos y la boca.
Protégete de las agresiones: Por la mañana necesitas una crema hidratante más completa, con protección solar y activos antioxidantes como la vitamina E y el té verde, que frenan el ataque de los radicales libres causados por la contaminación, las radiaciones y el estrés.
Sigue una rutina de exfoliación: Es imprescindible para retirar las células muertas que dan un aspecto grisáceo a la piel y favorecer así el recambio celular. Hazla dos veces por semana si tienes la piel gruesa o una vez cada 15 días si es muy fina.
Hidrata tu cuerpo a diario: A esta edad la piel empieza a revelar signos de sequedad. Para combatirlos después de la ducha usa siempre una buena crema hidratante.
Hasta los 45, gana firmeza: De los 40 a los 45 los signos del paso del tiempo pueden empezar a ser evidentes si no se hace nada para combatirlos. Los poros se hacen más visibles, aparecen manchas oscuras y las líneas de expresión se convierten en pequeñas arrugas.
A los 50, nutricion y elasticidad: Con la menopausia descienden los estrógenos, lo que provoca una disminución del sebo y el sudor. El resultado, si no te cuidas lo suficiente, es una piel más seca, deshidratada, frágil y sensible. Por otra parte, los melanocitos, encargados de dar color a la epidermis, son menos activos o dejan de funcionar, por lo que la piel también se vuelve más pálida y se acentúan las manchas.