El llamado “contacto cero” es una técnica que se utiliza para restringir todo tipo de comunicación con una persona cuyo vínculo se ha decidido finalizar, superar y poder avanzar. Esto implica restringir cualquier forma de interacción con dicha persona, incluidas las llamadas, los mensajes de texto, atender a sus redes sociales, comunicarse con amigos o en común o terceros que nos den información sobre esa persona, compartir espacios y contextos, indagar sobre su presente, entre otras.

Dar fin a la relación no es tarea fácil y en muchos casos las personas acaban haciendo prácticas como revisar las redes sociales del otro o incluso escribirle algún mensaje, procedimientos que normalmente no ayudan a superar la relación, sino todo lo contrario, hacen que se siga apegada a ella.

Es fuerte la dependencia emocional cuando se acaba de terminar una relación de pareja, pero con la técnica del contacto cero se irá venciendo poco a poco y se superará la ruptura. Eso sí, hay que aplicarla correctamente.



Cómo llevar a cabo el contacto cero

En primera instancia lo que se debe hacer es cortar todo tipo de comunicación con esa persona, por lo que hay que borrarla y/o bloquearla de todas las redes sociales y eliminar su teléfono. Además, hay que pedirle a los amigos que sí tengan acceso a sus publicaciones en las diferentes redes que no cuenten nada de lo que ven.

La finalidad es pensar lo menos posible en esa persona, así que que cada vez que nos la traiga nuestra mente a la cabeza hay que intentar cambiar de pensamiento rápidamente. Para no recordarla se recomienda también no ir a los lugares que frecuentabas con ella.

Es aconsejable llenar el tiempo libre que ha quedado tras dejar la relación con actividades y hobbies, para evitar la tentación de romper el contacto cero y enviarle un mensaje a esa persona.

Es complicado llevar a cabo adecuadamente el contacto cero, porque cuando el fin de la relación está muy reciente sentimos miedo, intranquilidad y las emociones suelen ser muy contradictorias, pero es un método muy efectivo para seguir adelante y superar la ruptura.

A medida que pasa el tiempo nuestra mente tiende a olvidar lo malo y nos recuerda todo lo positivo que había en el noviazgo, lo que puede confundirnos y hacernos preguntar si debemos romper el contacto cero. Unos pensamientos que debemos esquivar y seguir con nuestro propósito de no saber nada de esa persona.

 

Beneficios del «contacto cero»

Entre los beneficios de esta técnica se cuentan la posibilidad de aclarar nuestra mente y sentimientos, apartarnos de dinámicas dañinas en las relaciones, fortalecernos emocionalmente, darle prioridad a nuestras necesidades, fomentar nuestra autoestima y abandonar el autoengaño.

El contacto cero es un acto posterior a una ruptura y puede desarrollarse en etapas similares a las etapas del duelo. Es recomendable, en ese sentido, buscar apoyo tanto en nuestros grupos de soporte, como en profesionales de la salud que nos pueden orientar de manera adecuada.

Publicado por Mujeres al día, agencia de noticias e información.

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