Luego de más de un mes de vacaciones, niños y jóvenes deberán volver a las aulas de clase, lo que se convierte en todo un reto. Mientras muchos regresan motivados, otros vuelven cansados y con mayor dificultad para readaptarse a la rutina.

Por este motivo, es fundamental tener en cuenta sus emociones en los nuevos comienzos, debido a que estas influyen en el rendimiento escolar, principalmente de los más pequeños: la atención y motivación pueden promover resultados excelentes, pero la presión o la ansiedad llegar a afectar su capacidad para responder a diferentes asignaturas.

Un estudio reciente del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Calidad de la Educación (Icfes), reveló que el manejo de las emociones, el trabajo en equipo y el ambiente en el aula de clase están fuertemente asociados con el desempeño en las competencias de lectura y matemáticas de los estudiantes de tercero, quinto y noveno grado.

Datos que se recolectaron a través de las Pruebas Saber 3°, 5°, 7 ° y 9° aplicadas en el 2021 y 2022, donde se obtuvo datos e información sobre las habilidades sociales y emocionales de los y las estudiantes a través de un cuestionario independiente.

En el formato se agruparon tres aspectos: conciencia emocional, que se refiere al reconocimiento de las emociones propias y de los otros; la regulación emocional, entendida por el manejo de emociones propias y la respuesta adecuada ante las emociones de los demás y la motivación, que se refiere a la confianza en las habilidades propias para alcanzar las metas propuestas.

 

Relaciones

La intensidad de la asociación entre los resultados de la prueba de lectura y la regulación emocional y motivación es muy fuerte para el grado tercero, pero débil para el grado noveno, este fue uno de los principales hallazgos.

Esto quiere decir que el desempeño en lectura y las habilidades sociales y emocionales están fuertemente asociadas en estudiantes de los primeros grados, pero dicha asociación tiende a desaparecer conforme el niño o joven avanza en su trayectoria educativa (estudiantes de quinto y noveno grado).

Según el Icfes, estos resultados pueden ser una manifestación de procesos típicos de la adolescencia, cuando hay menos éxito regulando la expresión emocional, porque se experimentan afectos más extremos (tanto positivos como negativos) y estados de ánimo más variables.

Por otro parten, argumentan que puede ser que las habilidades emocionales, sociales y el desempeño en lectura estén más asociados en grados más bajos porque hay menos diferenciación en los aprendizajes. Por ejemplo, a medida que los estudiantes aprenden a entender sus emociones también aprenden a leer textos y otros conceptos académicos.

Sugiere el estudio, que en tercer grado hay una enorme oportunidad de aprovechar la asociación entre la motivación, la regulación y la competencia lectora, mientras que en los grados superiores tal asociación tiene un gran espacio para explorar la importancia de las emociones en esta etapa de la vida y del aprendizaje y analizar otros factores.

 

Relación entre los factores asociados y las competencias básicas

Además, el informe mostró informaciones relevantes sobre cómo los alumnos perciben, interactúan y responden a sus ambientes de aprendizaje (preferencias del aprendizaje) y sobre su percepción acerca de las relaciones que se establecen en el clima escolar, tanto en el aula como en el establecimiento educativo (percepción del colegio).

En el caso particular de las preferencias del aprendizaje, las pruebas hicieron énfasis en el aprendizaje colaborativo, indagando conductas como compartir conocimientos con otros y desarrollar capacidades de negociación.

En este sentido, detallan que entre más edad tienen los estudiantes, mejor coordinan sus estrategias para adaptarse a la situación, comportándose de manera más competitiva o cooperativa.

Debido a ello, se deben tener en cuenta factores como el aula de clase y la experiencia que tienen los estudiantes a través de los años en esta, con el fin de evaluar la naturaleza de las tareas y el acompañamiento que se hace a los menores en los diferentes grados, para favorecer conductas más cooperativas y que a su vez impacten en el proceso de aprendizaje.

 

Habilidades sociales y emocionales

Las habilidades sociales y emocionales son el conjunto de cogniciones, emociones y relaciones que los estudiantes necesitan para ser exitosos en la escuela y en la vida misma.

Son de suma importancia estas habilidades porque permiten que la persona se adapte mejor a su entorno, facilitando el alcance logros y, por esta vía, influyen en los grupos sociales en los que vivimos permitiendo el desarrollo de mejores comunidades.

De acuerdo con el estudio, hay diferentes formas en las que las habilidades sociales y emocionales se relacionan con el desempeño académico de los estudiantes. Por ejemplo, los estudiantes con mayores niveles de regulación emocional (control emocional y empatía) tienen menos dificultades para desenvolverse en el aula de clase e interactuar mejor con sus pares y docentes.

 

¿Cómo ayudar a gestionar las emociones?

Psicólogos infantiles, manifiestan que es fundamental que este tipo de estudios no queden solo en el papel, sino que se apliquen a la realidad actual de los procesos de aprendizaje que han sufrido grandes cambios entre la virtualidad y presencialidad.

Indican que cuando los estudiantes experimentan emociones llamadas positivas, como satisfacción, orgullo, reconocimiento, son más capaces de desarrollar mejor sus tareas, solucionar problemas y favorecer la autorregulación.

Pero, por el contrario las emociones negativas, como la frustración, el enojo y el rechazo, interfieren en el rendimiento académico, la resolución de exámenes, e incluso puede darse la deserción escolar.

Con relación al hallazgo de las preferencias de aprendizaje, se resalta la importancia de reconocer que los trabajos en equipo son claves para el desarrollo social y emocional de grandes y chicos.

Se da a conocer algunas estrategias que pueden ayudar a estimular el desarrollo de la inteligencia emocional en el estudiante y las 3 dimensiones que tuvo en cuenta el Icfes.

Dejar que los niños y jóvenes estudiantes expresen sus sentimientos y emociones, así como que los adultos escuchen activamente y también expresen las suyas.

Inculcar la tolerancia a la frustración enseñando que en la vida no siempre se puede tener todo lo que queremos; cultivar la paciencia y saber esperar: así podemos educar en el autocontrol y el autodominio.

Promover la asertividad y evitar que sean reactivos. Hacerles ver que es importante primero pensar sobre las cosas buenas y malas que nos suceden y luego actuar de forma asertiva, sin lastimar a otros.

Motivarlos y desarrollar su capacidad de automotivarse, fomentar la habilidad de despertar la estimulación para llevar a cabo tareas vinculadas al optimismo y autoestima.

Privilegiar el diálogo sobre el conflicto; enseñarlos a que la forma de solucionar el conflicto o algún problema es a través del diálogo. Decir lo que se siente es una forma de evitar el conflicto y hallar solución.

Al destacar los aspectos positivos del niño o el joven estudiante y al evitar juzgar sus errores o etiquetarlo, se le enseña con una visión positiva que seguramente aprenderá, además de fortalecer su autoestima.

 

En las escuelas

Se afirma que en todas las escuelas deberían promover espacios para “educar las emociones”, pues son muy pocos los que lo hacen.

Una estrategia es que 10 minutos cada mañana antes de comenzar las clases, a los estudiantes se les permita expresar cómo amanecieron, cómo se sienten para iniciar la jornada, si hay algo que les preocupa o que no entiendan.

Otra manera es que 10 minutos antes de acabar las clases, si es posible, se pueda repasar cómo estaban por la mañana, si algo ha cambiado, creando así un espacio para que puedan reflexionar individual y grupalmente.

Y otra idea es que, si por temas de tiempo o espacios no se puede hacer el ejercicio diariamente, al menos se haga una vez a la semana, para que los estudiantes sientan que no solo son tenidos en cuenta para que cumplan tareas, sino que son reconocidos como niños y jóvenes que tienen permitido sentir y expresar.

Publicado por Mujeres al Día, agencia de noticias e información.

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