1. CORTE DE PELO WOLF CUT
Se trata de una versión suave y glam del icónico mullet, un corte a capas y con desconexión entre la zona de medios y puntas. Como su nombre indica, se inspira en el pelaje de los lobos y, por eso, se busca un acabado indómito, muy libre y rebelde. Es un estilo que permite resaltar la textura natural del cabello, por lo que se adapta a todo tipo de melenas. El flequillo y el contorno frontal se trabajan para enmarcar el rostro, permitiendo personalizar al máximo el corte, al mismo tiempo que se armonizan las facciones. Nos decantaremos por versiones midi o largas en rostros redondos o cuadrados, y más cortas y cercanas al shag en el caso de rostros ovalados o estrechos»
2. CORTE DE PELO CURLY BEDHEAD
«Las texturas onduladas y rizadas nos ofrecen la base perfecta para lograr un estilo como recién salido de la cama, muy natural y favorecedor. En este caso, no buscamos bucles muy definidos, sino ligeramente deshechos y superpuestos unos con otros. Es un look que podemos encontrar en todo tipo de longitudes, aunque lo recomiendo especialmente en su versión más corta, con volumen en la zona superior y los laterales más pegados, para conseguir un efecto tan sofisticado como atrevido»
3. CORTE DE PELO NOVENTERO
«Las top models de los 90 son la inspiración de estas melenas llenas de volumen y presencia, trabajadas con cepillo y secador. El secreto del look está en añadir capas muy suaves, para ganar densidad pero manteniendo en todo momento un resultado pulido y controlado. Para enfatizar este efecto, podemos peinar las puntas ligeramente hacia dentro. La raya lateral es la compañera perfecta para este tipo de corte, porque consigue elevar la zona de las raíces y nos permite jugar con los mechones frontales para crear flequillos largos que realzan las facciones»